Entrevista con Miti Desai
Miti Desai es la fundadora y directora creativa del laboratorio de diseño “Miti Design Lab”. Siendo diseñadora y bailarina clásica, Miti enseña como profesora invitada en la Escuela Srishti de Arte, Diseño y Tecnología (en Bangalore, India) y en el Politécnico Sophia (en Bombay) y ella misma ha creado y dictado cursos que inician a los niños en el diseño holístico, la estética y la cultura a través de las artes escénicas. Se ha presentado en numerosos festivales de danza como exponente de Mohiniattam (una forma de danza clásica de la India) y sus presentaciones se destacan particularmente por la ausencia de exageraciones o excesos. Al igual que en su trabajo en el diseño, lo que resulta es una serenidad y entrega al medio en su forma más pura y sutil.
TA: Miti, puedes contarnos cómo comenzaste a bailar.
MITI: Mi recorrido en la danza empezó desde mi recorrido en el diseño. Yo había estudiado artes aplicadas en Mumbai y viajé a EE.UU. para estudiar diseño. Allí comencé a pensar en el rol del diseño y lo que significaba, sobre involucrarse y experimentar internamente e integradamente. Empecé a sentirme cada vez más incómoda con la idea de una vida que girara sólo en torno a transacciones comerciales y financieras.
Había tomado clases de Bharatnatyam cuando era niña y me atrajo la idea de bailar, sentí que podía internalizar los principios del diseño y realmente experimentar con mi propio cuerpo, a través de la danza, para diseñar.
La búsqueda de un maestro y un enfoque interno (y espiritual) y del diseño de la danza me puso en contacto con mi maestra, la bailarina Mandakini Trivedi. Su escuela de danza Nateshvari Gurukul, situada en Mumbai y Lonavala, está comprometida con revivir la tradición del yoga en la danza hindú a través de la perfección de la técnica y del perfeccionamiento de uno mismo. Mandakiniji cree en la formación de bailarines que asimilen los principios del arte en la vida. Fue verdaderamente una bendición de la naturaleza ponerme en contacto con la maestra y con un acercamiento al arte que me ha dado una perspectiva holística en la práctica del arte y en mi propia vida.
TA: Cuéntanos un poco más sobre Mohiniattam como forma de danza clásica.
MITI: Hay siete estilos de danza clásica diferentes que ofrece la tradición hindú. Cada uno proviene de un estado diferente de la India, con distinta geometría del movimiento, distinto vestuario, joyas e incluso música; sin embargo, los principios y los valores son los mismos.
Mohiniattam es una de esas formas. Es un estilo de danza clásica suave y lírica de Kerala. Sus movimientos suaves y oscilantes son similares a los de las palmeras y a los de las aguas ondulantes de Kerala. Su rica técnica mimética compensa bellamente sus simples movimientos de danza pura. Juntos, crean un baile que encanta.
La danza clásica de la India tiene dos aspectos. Uno de ellos es la danza pura, la exuberancia del movimiento, donde el bailarín (y a través de él, el espectador) experimenta dicha y alegría. El otro aspecto es el mitológico o narrativo. Éste recoge elementos de la literatura y la poesía, y en general trata sobre dioses y diosas de la tradición hindú, pero en profundidad representa verdades universales. La mayoría de las formas del arte en la India contienen varias disciplinas, sobre todo la danza porque combina poesía, música, teatro y movimiento; cada una de ellas con su propia forma, estructura y complejidad. Es sencillo imaginar que todas estas artes combinadas, una sobre la otra, presentan una enorme multiplicidad y complejidad de pensamientos, valores e ideas.
Asimismo, la danza clásica hindú es una forma de danza en solitario. Aunque hoy en día también existen conjuntos de baile, originalmente la danza se desarrolló como una disciplina solitaria, como lo es el viaje espiritual. Y un viaje espiritual debe caminarse individualmente.
TA: ¿Hay aspectos de la danza que se han extendido a otras partes de tu vida?
MITI: Bailar cambió toda mi vida. Me cambió personalmente, de forma privada, como también profesional y públicamente. Exponerme a las artes hindúes cambió mi sentido de la estética por completo. Gracias a la danza clásica pude volver a mis raíces culturales y a la estética tradicional, las cuales son definitivamente el sello de mi diseño.
TA: ¿Existen valores filosóficos que hayas vivido a través de la danza y aplicado en tu vida?
MITI: La danza clásica hindú en sí misma está ideada y diseñada de manera que facilite el viaje interior. Pero, por supuesto, de la intención del practicante, su integridad y su intensidad (todo a la vez) dependerá el arte que resulte, penetrando su vida cotidiana más allá de la profesión o actividad que realice. Sin embargo, la mera práctica de la forma por sí misma, está diseñada para dar una inmensa energía.
La escuela de baile en la que me entrené y, lo más importante, la maestra con la que me formé, se centra en la capacidad de la danza y del arte de penetrar en la vida de cada uno. En cualquier relación maestro-discípulo, o guru-shishya, se espera que lo que se enseña se aplique en uno mismo.
Mandakiniji se centra en lo ella llama el “Yoga de la Danza”. El propósito del yoga es llegar a ser uno, lograr unirse. La danza clásica de la India facilita este proceso a nivel físico, intelectual y psicológico a través de la forma estética, la temática y la experiencia. Y así fue como se me inicié en el mundo de la danza clásica. El bailarín debe integrarse con la danza; la esencia de la danza debe llevarse dentro de uno y existir en todo lo que uno hace.
Cuando un escultor talla una estatua de Ganpathi dice: “Este es Ganpathi”, pero cuando un bailarín danza el papel dice: “Yo soy Ganpathi”. Debe entender la esencia misma de Ganpathi tan profundamente como su conciencia se lo permita. Por ejemplo, Ganpathi monta un ratón lo que es una metáfora de una mente inquieta que se lanza rápidamente. Por lo tanto, Ganpathi es el maestro de la mente. Cuando bailo, eso es lo que tengo que transmitir. Y cuando tengo éxito en permitir que ese valor exista dentro de mí a través de todas mis acciones, eso es el arte entrando de mi vida.
El crecimiento interno es un valor de suma importancia para mí. Intento ver a través de ese cristal en cada acción que realizo. Así, las decisiones profesionales son comparadas con los valores esenciales. La práctica de la danza clásica me lleva a un viaje interior, una introspección; y trato de mantener ese valor en todo lo que hago.
TA: Siendo una persona tan valorada tanto en lo privado como en lo profesional, ¿cómo te sientes acerca de la interpretación en el escenario?
MITI: Interpretar es dejar de lado la propia personalidad y convertirse en el personaje; encarnar los principios y el valor de la danza y lo que está siendo representado. Y en el proceso, olvidar el yo individual y avanzar en la posibilidad de trascender a un reino superior. La propia personalidad individual, en realidad, no tiene importancia en la presentación.
Además, representar es como caminar sobre la cuerda floja. Llegar al final de la cuerda con éxito puede ser abrumador y la idea de no poder alcanzar el objetivo puede provocar caídas en muchos niveles. A veces, puede ser incluso mortal. Interpretar es así. Puede resultar en la experiencia interior de mayor éxtasis que uno puede tener dando lugar a una explosión de energía vital, pero también tiene el inmenso potencial de volverse venenosa. El glamour, la exposición, la fama y los aplausos van de la mano con la actuación; y estos son ingredientes vitales que pueden alterar el equilibrio interno. Es muy fácil verse afectado y controlado por todos los honores externos que derivan de la interpretación. El reto es hacerlo con la mayor intensidad atesorando la experiencia interna, sin dejar que la experiencia externa controle nuestro espacio interior.
La actuación es un desafío inevitable porque la danza en sí misma es un arte escénico. Y si el bailarín cree que los principios del arte deben penetrar y asimilarse en la vida diaria, la responsabilidad será inmensa. Entonces, el desafío consiste en bailar en frente de una audiencia de 500, o de 5, con la misma pureza que si estuviera bailando sola (independiente del exterior) y, sin embargo, al mismo tiempo, no se debe ignorar a la audiencia sino más bien incorporarlos, porque la danza también se centra en el valor de que tú y yo somos uno; al igual que el baile y yo somos uno. Y yo (la bailarina) quiero que (la audiencia) sea capaz de experimentar lo que estoy experimentando al máximo. Hay un sentimiento interior de querer compartir y dar en abundancia que emana del artista; y si ese sentimiento surge de un espacio honesto y puro, emerge una comunicación real.
TA: ¿Cuál es la cosa más importante que la danza te ha enseñado?
MITI: Disciplina. Para llevar una vida completa, se necesita disciplina. Es lo que te centra. La danza fue mi primer contacto con la disciplina intensa. La práctica del arte abarca al mismo tiempo la disciplina física, mental y emocional.
TA: ¿Qué significa para ti la danza? ¿Es una carrera, una pasión, una forma de expresar creatividad?
MITI: Para mí, el baile es una forma de autoexpresión que surge de una pasión innata; de un anhelo de comprometerse con algo más que lo mundano: con la posibilidad de trascender. Los sastras dicen que “a partir de lo sin-forma viene la forma, y la forma te lleva de vuelta a lo sin-forma.” El pensamiento hindú cree que el propósito de la vida es elevarse, involucrarse, hacer introspección, e integrarlo. Este pensamiento a través de la danza adquiere forma. Pero el verdadero propósito de la danza para el bailarín es entender y expresar a través magnificencia de la forma, la experiencia de la no-forma. En otras palabras, el entrenamiento riguroso permite al bailarín dominar la forma y moverse hacia adentro suyo para experimentar la forma. Esto para mí es un reto y un viaje con el cual estoy comprometida.
TA: ¿Cuál cree usted que es el futuro de la danza clásica de la India?
MITI: La historia de la danza clásica de la India comenzó con Devdasis en los templos y se convirtió con el tiempo en una respetable pequeña industria. Si bien hay una gran cantidad de practicantes, profesionales, niños y jóvenes que practican, enseñan y aprenden a bailar, el futuro profesional de la danza clásica parece sombrío. Existe una falta de estabilidad financiera para el joven individuo a quien le gustaría tomar esto como una profesión de tiempo completo. No se gana mucho dinero al bailar profesionalmente, la experiencia puede ser frustrante y el aspecto comercial y profesional a veces es una completa contradicción con el aspecto filosófico de la danza. Aunque nada comercial puede quitarle su valor intrínseco, sin estabilidad financiera esta forma de arte morirá; surge así hay una necesidad de involucrar el aspecto comercial también. Una razón para esto es que la audiencia es cada vez menor.
La complejidad de la danza requiere la comprensión de muchas otras formas de arte, y es un lenguaje que debe ser analizado e interpretado. La educación artística no está suficientemente activa y, especialmente en Mumbai, la influencia de Bollywood inculca valores exactamente opuestos a los necesarios para la apreciación del arte. Las artes son medios para elevarnos y obligarnos a mirarnos más profundamente, y Bollywood es un medio para entretener y escapar de uno mismo. Para apreciar cualquier forma de arte es necesario estar atento y es necesario pensar, para poder atravesar la experiencia y salir más elevados y con más energía. No puede hacerse esto en un recital de danza clásica con palomitas y un refresco de cola en la mano; pero lamentablemente es la naturaleza de la sociedad en que vivimos.
TA: El camino de la danza y el camino de la filosofía tienen una raíz similar. ¿Crees en esto? Para ti, ¿cuál es la filosofía de la danza?
MITI: Sí, ¡por supuesto! La filosofía de la danza clásica de la India es la filosofía de la cultura y de la civilización de la cual surgió. ¿Cuál es el propósito de la vida? Es crecer; es elevar el nivel de conciencia, el tuyo y el de todos los que alcances.
¿Cómo lidia con esto el religioso? En la India, la espiritualidad es tan penetrante que incluso en el nivel más básico, todo el mundo está familiarizado con palabras como moksh y dhyan y con conceptos de meditación y desapego. En la antigüedad, para ayudar a la gente en este camino se crearon peldaños en forma de artes, y la danza clásica de la India fue uno de esos escalones creados para acceder a la visión de la posibilidad de ser mejores.
En las sastras la expresión sánscrita utilizada para describir la experiencia de las artes clásicas, su esencia o rasa, se conoce como sahodara Brahmananda, que literalmente significa “nacido de la misma matriz”. Esta expresión reconoce la similitud entre la experiencia del arte y la dicha del Brahman. Por ello, la experiencia artística se pone al mismo nivel que la felicidad suprema del Brahman. Así, la práctica de la danza clásica de la India intrínsecamente te lleva a lo más profundo para entender la filosofía que descansa debajo de su magnífica forma.
TA: El diseño y la danza son parte integral de tu vida. ¿Cómo preferirías ser conocida? ¿Cómo “Miti, la diseñadora” o cómo “Miti, la bailarina”?
MITI: En realidad, yo siento que son dos caras de la misma moneda, inseparables la una de la otra. Para mí son diferentes dimensiones de la misma cosa y conviven juntas y se retroalimentan. Cuando estoy diseñando, estoy explorando la danza de diseño. Y cuando estoy bailando, estoy explorando el diseño de la danza.
Manjula Nanavati